En La Casa Grande sembramos una semilla hace más de 10 años, un proyecto de apoyo a familias en riesgo de exclusión y menores a su cargo. Durante todos estos años hemos estado regando y cuidando esta plantita entre muchas personas que formamos parte de la Asociación, con paciencia, buen hacer y mucho amor y ahora al volver la vista atrás, vemos que esta planta ha crecido, se ha hecho fuerte y se ha convertido en un árbol que da múltiples ramas y frutos. Frutos que nos reconfortan y nos llenan de orgullo y alegría. Algo que es mutuo pues somos muy valorados en las encuestas que celebramos cada final de curso.
El hecho de poder contribuir con nuestro tiempo, con nuestra profesionalidad y con nuestro esfuerzo a que las personas encuentren un espacio donde participar, compartir y aprender, es una gran satisfacción para todos los que de una forma u otra somos parte de esta Asociación.
En La Casa Grande llevamos más de 10 años prestando apoyo y asesoramiento a las familias a través de talleres de refuerzo escolar y de actividades para padres y madres que permiten dar un respiro familiar, además de ser un acompañamiento en los procesos de cambio.
Las familias que participan en La Casa Grande tienen la oportunidad de ser escuchadas, ofreciéndoles apoyo y asesoramiento técnico. No representa únicamente un espacio donde se les ofrece ayuda sino un lugar donde se escucha y se acompaña en su proceso de vida.
Por otro lado, los menores que acuden tienen la oportunidad de aprender, conocer parques, museos, jugar y hacen amigos, se divierten y aprenden a respetarse y a convivir con niños de diferentes culturas. Se trata de un espacio donde juego, aprendizaje y apoyo emocional se entremezclan permitiendo un desarrollo integral del niño que le permite crecer con unos valores.